viernes, 27 de marzo de 2015

Saxífragas asesinas

Las plantas carnívoras, que mediante trampas son capaces de matar animales y alimentarse de ellos, son una inagotable fuente de estímulo para los naturalistas. Fue Darwin quien, en 1875, se preguntó por primera vez sobre su evolución. En su libro Insectivorous plants, Darwin hablaba de las droseras, las célebres plantas carnívoras de hojas pegajosas, que él suponía evolucionaron a partir de plantas de hojas viscosas como ciertas saxífragas. La planta de la foto, Saxifraga tridactylites, es una planta de mínima estatura que crece en roquedos y más comúnmente, en grietas de nuestros edificios e intersticios del pavimento. Posee una abundante pilosidad viscosa que acaba con la vida de gran número de pequeños insectos, ahuyentando así a posibles predadores como los temibles pulgones, lo más parecido a un vampiro gigante si eres una Saxifraga tridactylites.

Saxifraga tridactylites, foto P. Escobar

Mark Chase, en 2009, escribió una interesante discusión sobre este tema en la que distinguía las verdaderas plantas carnívoras, que se alimentan de sus víctimas, de las plantas „mortíferas“, que tienen caracteres letales para los animales de su entorno. De alguna manera, los animalillos que mueren atrapados en nuestra saxífraga son „daños colaterales“ de la guerra entre esta planta y sus predadores. Que yo sepa, la saxífraga no absorbe los nutrientes provenientes de la descomposición de estos insectos, aunque probablemente sus restos nitrificarán ligeramente el ambiente, favoreciendo la vida de las plantas diminutas de la grieta.

La guapísima Neus Asensi sostiene una de nuestras mortales saxífragas

Gracias R., por traerme esta plantita a casa en un cartón de leche, y estimular la reflexión sobre el tema.

2 comentarios:

De pelicula, cuando nos pasas la minuta estamos en deuda contigo.

Publicar un comentario