martes, 10 de marzo de 2015

El país de los Narcisos

La Alhambra, la Mezquita de Córdoba, el Puente de Alcántara... Al hablar de todos estos lugares nos viene inmediatamente a la cabeza un país: España. Pero España es, además de la tierra de todas estas maravillas, el país de los narcisos. En ningún otro lugar hay tantas especies, un total de 25 según Flora iberica, que se concentran especialmente en Andalucía. A medida que avanzamos hacia oriente alejándonos de nuestro país, el número de especies de narcisos decrece. Y así, en Francia hay 11 especies, en Italia 5, en Grecia 3 y en Turquía 2 (sin contar las cultivadas, claro). En la fotografía de hoy aparecen unos parientes próximos de los narcisos, las „campanillas de las nieves“ o Galanthus. Se trata de unas hermosas plantas bulbosas de floración invernal que representan la tendencia inversa: al alejarnos de la Península Ibérica, donde solo crece Galanthus nivalis, cada vez hay más especies, hasta las 20 que crecen entre Grecia y el Cáucaso.

Galanthus elwesii de Anatolia (izquierda) junto a Galanthus nivalis, especie de amplia distribución, de Iberia al Cáucaso (derecha)

Estas variaciones en el número de especies de un género se llaman gradientes de biodiversidad y son característicos de muchos grupos de plantas. Un patrón similar al de los narcisos, con gran número de especies en la Península Ibérica aparece también por ejemplo entre las "bocas de dragón" (Linaria), las genistas y ahulagas (Genista, como ya vimos aquí) y las jaras (Cistus); mientras que el inverso se puede observar en las azucenas (Lilium) o los tulipanes (Tulipa), cuya diversidad crece hacia el Levante y es máxima en las montañas de Asia. El porqué de estos gradientes es muy complejo y tiene que ver con el lugar de origen del grupo en cuestión y con su antigüedad, pero esa es otra historia, y tiene que ser contada en otra ocasión (M. Ende dixit).

Para ti amiga, que tanto amaste las flores y la música. „Schneeglöckchen“.

3 comentarios:

En nuestra peninsula "lo bueno abunda" a los buenos los expulsan y nos quedamos con lo peor.

Fantástica diversidad (biodiversidad), suerte que podemos disfrutarla en la península ibérica. Historia y geografía tienen una buena responsabilidad y, por supuesto, azar.

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